RSS

Duele mucho

Estoy adolorida de no saber de él. Dicen que se pasa. Que con el tiempo. Que el tiempo cura todo. Pero a mi me duele igual. Quiero llorar y no puedo parar. Me escondo entre las frazadas para que nadie me vea.
Mi corazón se siente apretujadito. Sin espacio. Para respirar.
Hay instantes en que brota odio.
¿Para qué me pidió casarnos? Si no estaba listo. ¿Por qué acepté? Si no me sentía decidida.
Cuando me lo pidió. Sentí que fue un acto no meditado. Que le salió de la desesperación y el temor al fracaso después de años de noviazgo.
No recuerdo que sentí. Pero si recuerdo otros sentimientos como si los estubiese viviendo en este instante.
Recuerdo el momento. No el día, pero era invierno y de noche y hacia frío. Yo daba la relación por muerta. Y me dice que él pensaba pedirme matrimonio. Pero no tenía anillo. Ni discurso. Ni nada...
Por temor al rechazo no compró ni fabricó ni inventó un simbolo de compromiso.
Después de mucho, apareció con anillo y carta y etc.

Se casó por compromiso. Porque era el paso a seguir. Para atarme. Para que no me fuera.

Y yo la muy pelotuda lo acepté.

Hoy seis años después. Llena de promesas incumplidas e ilusiones de cambios rotas. Lloro en la casa de papá. Tomando sopa de verduras y chocolate.
No sé si lloro por mi corazón roto o de rabia por lo tonta que fui.

Pero no puedo parar de llorar.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario